Los universitarios internacionales se fijan en muchas variables a la hora de escoger el centro de estudio. Algunas de ellas pueden ser el país, cuál ciudad es mejor, más bonita, cuál es la mejor institución para formar en una determinada área de especialización, entre otras. Hans de Wit, Director of the Center for International Higher Education, del Boston College, señala que la reputación se vuelve un buen indicador, pero que va a depender de la calidad de la educación.
Los estudiantes internacionales tienen que hacer una decisión calculada a la hora de escoger la universidad. Esa decisión la hacen basándose en la información que tienen, una de ellas son los rankings de reputación.
La internacionalización se vuelve un aspecto muy importante ya que, como dice de Wit “(…) somos una sociedad global del conocimiento”. Ese conocimiento se vuelve el principal factor para poder construir las sociedades actuales. Las universidades, su reconocimiento y su competencia al más alto nivel, se convierte en el canal principal para cultivar ese conocimiento.
Esa búsqueda de la internacionalización mediante el cultivo del conocimiento se tiene que buscar sin sacrificar la calidad de la institución. Los rankings son importantes para la reputación y el crecimiento de las universidades, pero no pueden convertirse en el único objetivo de estas, ya que se podría perder el norte. La calidad no se va a definir por el puesto del ranking en el que se encuentre nuestra universidad, sino que la va a definir la misión de la universidad, nuestra composición como institución.
Es importante que cada universidad evalúe el cómo, en el contexto concreto de trabajo, la internacionalización pueda jugar un papel importante para potenciar nuestra institución.